" Un hombre en desasosiego, buscando respuestas existenciales a su propia existencia, buscando respuestas del porqué a su fatigosa vida llena de insatisfacción, pesada y triste, emprendió un viaje a muchos maestros. Todos le daban charlas, unos le cobraban muy caro, otros le decían lo mismo, pero nada le convencía. En eso que una vez, agotado de tanto buscar su esencia, ni respuesta tan ansiada, ya partiendo casi para su hogar, pasó por casualidad en un pueblo, mas bien una aldea pobre y humilde del Nepal, allí oyó una conversación sobre un viejo sabio y casi analfabeto. En el último intento y preguntando, el ansiado buscador de la verdad y de respuestas hizo un último intento por subir la prodigiosa y terrorífica cuesta, montaña de Nibiru, la que le llevaba al anciano. Mientas caminaba ya, obnubilado y ofuscado de la fatiga llegó a la cima, encontrando en una cueva al dicho anciano. Se sentó frente a él comenzando a contar todas sus miserias y preguntas existenciales. Tras mas de una hora el anciano lo miró, se levantó y cogiendo un enorme saco de carbón, salió de la cueva y lo tiró por un acantilado. El buscador de la verdad, quedó estupefacto sin entender nada, por lo que el anciano le dijo con la mano, que ya tenía su respuesta y que se fuera.
Este hombre todo confuso y bajando la montaña, se decía así mismo _! por Diosss...! ¿me camino 30 kilómetros para esto?_
Ya en el camino de bajada se encontró con un niño que éste le preguntó:
_¿Viene usted de la montaña de ver al sabio, mudo, analfabeto? _
_ Sí, y mira que hizo el hombre por el que pregntas, niño... cogió un saco de carbón ! y lo tiró por un precipicio y encima el insensato no tenía mas ! _
El niño le contestó:
_ Como se nota que es usted occidental y ciego de mente. El anciano ya le contestó, pero no le entendió, mira usted la vida con el raciocinio y eso lo estropea todo. Hay que mirar todo como cristal limpio y transparente.
_ ! Pero niño ! ¿ entonces que me quiso decir con eso ?
_ Pues que hasta que no tire por el barranco todo carbón sucio y negro de su mente, su carga será pesada y jamás podrá obtener ninguna respuesta. Para llenar la taza de té, puro y limpio hay que vaciar la taza primero.
"Si del ayer traes ideas que preconciben el presente, portarás mucha carga sin poder ver con claridad lo que te aporte el día de hoy."
